La necesidad de reorganizar procesos de mantenimiento es una constante en la industria y la minería, impulsada por la búsqueda de mayor eficiencia, reducción de costos y mejoras en la disponibilidad de activos. Sin embargo, muchas reestructuraciones no logran los resultados esperados y terminan generando frustración, desalineación o incluso deterioro en los indicadores operativos.
En este artículo analizamos por qué las reestructuraciones a veces fallan y qué estrategias son clave para lograr un cambio organizativo exitoso.
1. ¿Por qué se decide reestructurar el mantenimiento?
Generalmente, las empresas optan por reorganizar su área de mantenimiento para:
🔹 Mejorar la eficiencia y productividad del equipo.
🔹 Reducir costos operativos y optimizar recursos.
🔹 Alinear la estrategia de mantenimiento con los objetivos de la empresa.
🔹 Adaptarse a nuevas tecnologías o modelos de producción.
🔹 Superar problemas históricos como alta frecuencia de fallas o tiempos prolongados de inactividad.
2. ¿Por qué las reestructuraciones no siempre logran los resultados esperados?
A pesar de las buenas intenciones, existen varios factores que hacen que una reestructuración no alcance el éxito:
⚠ Cambios impuestos sin participación del equipo: Sin involucrar a los técnicos, supervisores y operadores, se genera resistencia y falta de compromiso.
⚠ Desconexión entre el rediseño y la realidad operativa: Modelos teóricos que no se adaptan al contexto y capacidades reales de la organización.
⚠ Falta de continuidad y seguimiento: Cambiar la estructura es solo el primer paso; sin acompañamiento, indicadores y mejora continua, el cambio se estanca.
⚠ Desatención del factor cultural: No considerar la cultura organizacional existente provoca rechazo, pasividad o sabotaje silencioso.
⚠ Ausencia de capacitación para asumir los nuevos roles: Sin formación, los equipos no pueden adaptarse a las nuevas exigencias ni aprovechar los nuevos procesos.
3. ¿Cómo lograr una reestructuración de mantenimiento exitosa?
✅ Diagnóstico inicial realista: Entender las fortalezas, debilidades y cultura de la organización antes de rediseñar procesos.
✅ Participación activa del personal: Incluir a quienes ejecutan el mantenimiento en la creación del nuevo modelo operativo.
✅ Comunicación clara y constante: Explicar el porqué de los cambios, sus beneficios y cómo se medirá el éxito.
✅ Capacitación para nuevos roles y competencias: Preparar a los equipos para enfrentar el cambio.
✅ Implementación progresiva con resultados rápidos visibles: Mostrar “pequeñas victorias” que motiven al equipo.
✅ Seguimiento y ajuste continuo: No esperar resultados inmediatos y estar dispuesto a corregir el rumbo en función de la realidad del día a día.
Conclusión
La reestructuración de procesos de mantenimiento puede ser una oportunidad para transformar la eficiencia y la confiabilidad operativa. Sin embargo, el cambio no es solo organizativo, es cultural y humano. La clave del éxito está en alinear la estrategia técnica con el compromiso de las personas y la realidad de la operación.
En MAWEC, acompañamos a las organizaciones en el diseño e implementación efectiva de cambios organizativos en mantenimiento, asegurando que los resultados sean sostenibles en el tiempo.
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